El pequeño mundo

29 mayo, 2006

Dejad que os lo presente


Él es mi iPod, el motivo por el que no os oiré cuando me llaméis por la calle. También es el motivo por el que a la larga me quedaré sordo, pero eso no viene a cuento ahora. Y si me veis mirándolo fijamente durante minutos, no es que sufra una atracción fatal (que casi), sino que estaré viendo alguna película, o mi Video Blog favorito.

Es casi irónico que en mi mayor apogeo de la filosofía software libre decidiera comprar un reproductor de Apple, una empresa que aunque siempre ha supuesto el contrapunto a Microsoft, no es famosa ni por su apertura de mercado, ni su política de precios competitiva, ¡y no pensemos ya en liberar algo de código!. Varios meses después de andar arriba y abajo con mi iPod, sigo convencido de lo dicho arriba, pero, si tenemos claro que tiene y que no tiene, y que supone y que no comprarse uno, esta pequeña maravilla blanca (o negra) es una auténtica gozada.

Sus cualidades técnicas, tanto a nivel de hardware como de software no están a la altura de su diseño, pero en ningún momento son un mermo para su disfrute. Hay que acostumbrarse a su rueda táctil y para un buen uso yo al menos recomiendo ordenar bien la música. Un buen par de accesorios son muy necesarios como una funda de silicona y un cargador. Luego, luego tienes de todo para elegir, hasta que tu VISA diga ¡basta!.

No me arrepiento de la compra y cuando salga la próxima generación lo venderé para hacerme con uno nuevo, esperando lo mismo que esperaba de este: un reproductor de música bueno, bonito e imperfecto.

3 Comments:

Blogger El mundo de Inmüs said...

Uno se queda sordo cuando no quiere escuchar nada más

12:12 p. m.  
Blogger Unknown said...

Bueno, yo hablaba de una forma más literal, médica digamos...

Visto así, bueno, supongo que estoy de acuerdo contigo.

Gracias por pasarte por aquí!

12:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

I say briefly: Best! Useful information. Good job guys.
»

5:23 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home